La jardinería también está siempre atenta a la moda, y la tendencia imperante actualmente en nuestros jardines es la de incorporar gramíneas y pastos ornamentales.
Esta corriente, proveniente de Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, se ha hecho presente cada vez con más fuerza en muchos jardines y espacios públicos de nuestro país, utilizando en cada lugar las plantas autóctonas de la zona.
¿Qué es una gramínea?
· La familia de las Gramíneas consta de casi 700 géneros y unas 12.000 especies.
· Botánicamente, se definen como plantas monocotiledóneas, de hojas envolventes, simples y acintadas, tallos huecos, flores hermafroditas sin cáliz ni corola, que nacen en inflorescencias en forma de espiga, racimo o panícula y con frutos en cariópside.
· Constituyen una importante fuente de alimentación animal y humana (pastos, trigo, cebada, centeno, maíz, avena, arroz, caña de azúcar, etc.).
¿Por qué incorporarlas en el jardín?
· Las gramíneas en el jardín actual, además de constituirse en elementos sumamente decorativos, que aportan gracia, elegancia, movimiento, sonido y luz al paisaje, representan una vuelta a lo natural y a la vida silvestre.
· Estas plantas despojan de artificialidad al jardín, creando espacios más sueltos en donde se hacen presentes los cambios estacionales.
· Una de sus ventajas es que se pueden sembrar en los lugares definitivos, evitando la tarea de hacer semilleros y operaciones de trasplante.
· Además, son de bajo mantenimiento: necesitan poco riego, son apenas atacadas por plagas y prácticamente no tienen enfermedades, sólo algunas de poca importancia, provocadas por hongos.
· No requieren fertilización y se adaptan prácticamente a cualquier tipo de suelo, siempre que cuente con buen drenaje.
· Precisan muy poca o ninguna poda.
¿Tienen desventajas?
· Quienes todavía no las utilizan en forma masiva, alegan que son invasivas y difíciles de erradicar y que el polen de muchas de ellas es causante de trastornos alergénicos.
¿Cuál escoger?
· Usted puede poner un toque de originalidad en su jardín plantando una variedad de gramíneas ornamentales, mezclando las que ofrecen hojas variadas o frutos de diversos colores.
· Las hay de climas fríos y cálidos. Si escoge una especie de las que se secan en invierno, ubíquela en un sector que permita apreciar sus formas asilvestradas a la distancia.
· Muchas se adaptan muy bien a los jardines de rocalla o canteros.
· Pueden permanecer verdes todo el año o volverse rojizas o amarillentas.
· Algunas destacan por su gran tamaño y elegantes formas, pero la mayoría son de porte herbáceo (perennes o anuales).
· Las más pequeñas y compactas, se usan en jardines de escala reducida y en terrazas o patios donde pueden llegar a sustituir a árboles y arbustos, y también a formar verdaderos colchones que reemplazan al césped.
· Sus formas se destacan y se protege mejor su follaje al dejarlas ubicadas en maceteros.
· Plantadas en las cercanías de estanques o cursos de agua, permiten resaltar el aspecto natural de un jardín.
· También se las utiliza como flor de corte para la preparación de arreglos florales secos (se secan planas, prensadas entre hojas de papel absorbente).
· Al ubicarlas en el jardín es muy importante considerar su tamaño.
– Las más altas: permiten enmarcar una entrada, delimitar un camino o un área más privada, cortar vistas y también formar macizos que puedan ser contemplados desde lejos, en zonas amplias y abiertas.
En este grupo están: las arandinarias o caña de bambú, la cola de zorro (cortaderia selloana), pennisetum setaceum rubrum, phalaris arundinacea cv ‘Picta’, miscanthus sinensis.
– Las medianas: se pueden agrupar formando bordes y macizos, o mezclar con especies con texturas diferentes para conferirles un suave movimiento.
Entre éstas están el pennisetum alopecuroides moundry, pennisetum vellosum.
– Las más bajas: se pueden utilizar como complementos en jardines secos y agrupar para formar borduras y como cubresuelos.
En otras, están las tapizantes festucas de hojas azuladas y matas densas, como la f. ovina y la f. ovina glauca; también la koeleria glauca, el hordeum (apropiado para arreglos de flor seca).
· Para que un pasto ornamental se luzca como corresponde, es necesario combinarlo adecuadamente. Prefiera mezclarlos con plantas perennes, de tonalidades rosadas, rojas, amarillas o azules. Debido a las dimensiones que alcanza la mayoría, es conveniente dejarlos en segundos o terceros planos.
Algunas de las más utilizadas
· Achnatherum calamagrostis: Gramínea de crecimiento invernal, originaria de Europa. Su follaje verde azulado es denso y compacto y alcanza unos 90 cm. Sus inflorescencias blanco plateadas sobresalen del follaje entre diciembre y enero, volviéndose color miel al llegar febrero. Esto confiere a la planta un aspecto muy llamativo, que recuerda una melena de león. Se planta al sol o media sombra, en macizos o en taludes. Una a tres matas por m2. Se pueden dividir cuando empiezan a ocupar mucho espacio.
· Arundinarias o caña de bambú: Gramíneas para terrenos húmedos. Alcanzan gran altura.
· Cortaderia selloana o «cola de zorro»: Poácea originaria de Sudamérica. Crece más de 3 m. de altura y alcanza casi 2 m. de diámetro. Sus rizomas muy vigorosos, toleran la sequía y se pueden extender rápidamente por amplios sectores en la arena, dando origen a nuevas plantas. Prefiere suelos fértiles y con buen drenaje. Por encima del follaje surgen -a mediados del verano- sus espigas plumosas, blanco-plateadas o ligeramente rosadas. Se cortan cuando son jóvenes y se secan cabeza abajo para usarlas en arreglos florales. Se usan en jardines abiertos, en zonas de pasto, rocallas o cerca de estanques.
· Cortaderia richardii: Originaria de Nueva Zelandia. Es otra majestuosa «cola de zorro», no muy resistente a las heladas pero de aspecto gracioso. A mediados de enero surgen sus espigas blanco cremosas, las que sobresalen del follaje y caen levemente, alcanzando hasta 3 m. de altura. Pueden permanecer todo el invierno. Requiere sol, humedad constante y poda cada 3 años.
· Eragrostis cuvula: Es una planta baja, para un jardín romántico, en terrenos de secano. Necesita sol. Alcanza hasta unos 40 cm. de altura.
· Erianthus: De clima cálido. Forma redondeada, de tamaño mediano (1,30 m.) y aspecto pendular. Sus hojas se vuelven color malva en otoño y se secan y deben podarse a fines de invierno.
· Festuca glauca: Forma champas o matas densas de unos 30 cm. de altura, lo que permite utilizarlas como cubresuelo, creando pequeños grupos. En verano su follaje de textura muy fina y color grisáceo con matiz levemente azulado, se vuelve cafesoso. El centro de la planta muere después de 3 o 4 años. Emite una densa floración, de la que es necesario eliminar las flores secas.
· Koeleria Glauca: Poácea. Crece en suelos pedregosos, calcáreos y silicios. Alcanza unos 30 cm de altura. Hojas cortas, finas y de color grisáceo. Ideal para borduras.
· Miscanthus: Planta tipo caña, de origen asiático. Vigorosa y poco exigente, con raíces largas, profundas y fibrosas. Crece bien en zonas templadas, a pleno sol. Aguanta las heladas. En suelos fértiles alcanza gran altura y se desordena. El follaje acentúa su color al llegar el otoño, pasando desde el púrpura al cobrizo y después al café y finalmente blanco. Sus espigas también cambian. Se debe podar al inicio de la primavera.
Una de las últimas tendencias es combinar estas gramíneas decorativas con guijarros blancos y muebles de jardín de acero inoxidable.
· Miscanthus sinensis: Originaria de China y Japón. De formas altas y redondeadas, alcanza más de 2 m. al florecer. En otoño produce interesantes espigas siempre blancas. Existen variedades variegatas. Se usa aislada o en macizos.
· Miscanthus strictus: Su follaje no debe regarse por aspersión, pues se pudre.
· Nassella chilensis (coirón): Poácea perenne.
· Pennisetum: Poácea. Crece a pleno sol y también bajo árboles. Requiere bastante agua. Hay variedades que se diferencian por el hábito de crecimiento y sus espigas.
· Pennisetum alopecuroides: Poácea originaria de Japón, este de Asia y Australia. Forma una champa de follaje verde, que alcanza los 60 cm. de altura. Desde allí surgen sus espigas cilíndricas y doradas en verano, las que permanecen hasta el invierno. Su follaje se vuelve café dorado en otoño. Se usa en macizos y taludes.
· Pennisetum macrourum: Poácea perenne, rizomatosa, con un extenso sistema radicular. Crece hasta 2 m. en cualquier tipo de suelo y, aunque resiste la sequía, prefiere los ambientes húmedos. Sus vástagos cilíndricos crecen desde una corona. Sus hojas verdosas son ligeramente acanaladas. Tienen pelillos que si se tocan pueden causar irritación. Flores cilíndricas, de 10 a 30 cm. de largo y 1 a 2 cm. de diámetro.
· Pennisetum orientale: Poácea originaria del centro y sureste de Asia. De estación cálida, no resiste el frío. Crece en suelos fértiles, bien drenados, hasta 60 cm. de alto y 75 cm. de diámetro. Necesita sol, luz y humedad. Es anual. Se usa en macizos y borduras. Se corta en invierno a 15 cm. de la base y en verano vuelve a crecer. Tiene espigas claras y esponjosas.
· Pennisetum ruppelianum: Poácea nativa de Africa. Crece a pleno sol y en suelos húmedos. Alcanza 1,20 m. de altura. Tiene hojas finas y en verano surgen sus espigas de tonalidad rosada de hasta 35 cm. de largo.
· Pennisetum villosum: Poácea originaria de Africa y España. Crece en terrenos húmedos, cálidos, con sol o sombra parcial. Alcanza 80 a 100 cm. de altura y de diámetro. Sus hojas miden hasta 20 cm. de largo y sus espigas blancas hasta 10 cm.
· Stipa: Gramínea. De clima frío, su crecimiento se empieza a activar en el otoño, cuando empiezan los primeros fríos. En Santiago su crecimiento se detiene en verano. Si la planta se ubica al sol y no recibe riego en abundancia, se vuelve bronceada.
· Stipa caudata: Gramínea. Es un tipo de coirón que crece hasta 80 cm. en distintos tipos de suelo. Resiste sequías, pisadas y malos tratos, lo que la hace apta para zonas de alto tránsito y espacios públicos. Es muy adecuada también para contener la erosión en taludes.
· Stipa tenuissima: Gramínea de origen mexicano. Crece rápidamente en suelos húmedos, aunque tolera la sequía. Requiere sol parcial y buen drenaje. Forma densas matas color verde claro en invierno y dorado en verano, que alcanzan 80 a 100 cm. de altura y de diámetro. Se mueve tenuemente con la brisa y refleja la luz. Es muy atractiva por sus bordes. Produce una suave colita de caballo. Sus flores son rosadas y etéreas. Se planta a 60 cm. entre una y otra.
· Carex comans «frosted curls»: Ciperácea originaria de Nueva Zelanda. Tiene hojas color gris plateado, muy finas y rizadas. De forma compacta, crece no más de 30 cm. pero su follaje puede colgar hasta 70 cm. o más. Sus flores son de color café. Es muy útil para cubrir taludes y restaurar zonas de dunas de arena. Requiere sol o semisombra y bastante humedad. Resiste el frío.
· Carex comans «bronze form»: Ciperácea originaria de Nueva Zelandia. De climas cálidos, requiere sol o semisombra y terrenos bien drenados. En su estado juvenil crece en forma erecta, pero después se redondea, alcanzando 30 a 50 cm. de altura y algo más de diámetro. De fácil cultivo. Al plantarla al sol, se pone bronceada con tintes rojizos. Su espiga sobresale hasta 1 m. sobre el follaje. Apropiada para suelos de rocallas y macetas. Se usa en forma aislada para crear contrastes con plantas verdes, o como cubresuelo, donde destaca por su especial colorido.
· Carex morrowii «gilt»: Ciperácea originaria de Japón. Esta es una planta de zonas frías, perenne, rizomatosa y tiene hojas variegadas con márgenes blancos. Forma champas de 40 cm. de altura. Se puede utilizar en espacios pequeños, macetas, borduras o como cubresuelos, en exposición soleada.
· Cyperus (chufa salvaje): Ciperácea.
· Eleocharis: Ciperácea.
· Isolepsis: Ciperácea. Su hábitat natural son los pantanos y charcas. La I. inundata resiste el frío y las inundaciones temporales.
· Isolepsis grago: Ciperácea. Hojas muy finas color verde brillante que caen como cascadas. Para terrenos muy húmedos.
· Gnaphallium: Asterácea. Planta medicinal anual que crece en forma silvestre. Tiene tallos recubiertos por una pelusa blanca muy fina y abundantes hojas largas y delgadas. Flores dispuestas en numerosas inflorescencias compuestas por una serie de cabezas de color crema o amarillo.
· Typha orientalis (batros): Typhaceae originaria de Japón. Es un típico pasto que invade las zonas pantanosas, creciendo rápidamente hasta 3 m. de altura. Requiere sol o sol parcial. Resiste heladas. Con la fibra de sus hojas se fabrica papel. Sus vástagos terminan en inflorescencias que forman unas varas café. Tienen diversas aplicaciones: como combustible, paja para tejer sombreros, sillas, esteras, preparar compost, etc.
· Typha angustifolia: Typhaceae. Planta acuática o semiacuática, de menor crecimiento que la orientalis. Su inflorescencia forma una decorativa vara café que se utiliza en arreglos florales.
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