Armar un jardín en la costa, no es igual que hacerlo en la zona central de nuestro país.
El viento salino del mar puede quemar las plantas y secarlas; el terreno arenoso, la falta de agua de riego, el ambiente húmedo y el fuerte sol, serán también factores determinantes a la hora de diseñarlo.
El terreno para tener un jardín junto al mar
En las cercanías de la costa, los terrenos suelen ser arenosos, pedregosos y escasos de nutrientes. De ahí la importancia de mejorar y abonar la tierra antes de empezar a plantar.
Si encuentra peñascos, grandes piedras y rocas, aprovéchelos e intégrelos al diseño, haciendo que sus plantas emerjan naturalmente en medio de ellos.
Pero no sólo la vegetación ayuda a integrar los sectores rocosos, también puede instalar allí elementos tales como miradores o caídas de agua, o simplemente dejarlos formando parte de caminos y senderos para andar en bicicleta o pasear en días grises.
En etapas posteriores, agregue detalles que armonicen con el estilo del conjunto, como una pérgola, un barbecue para sus asados o unos bancos de jardín.
Considere la posibilidad de trabajar con materiales sueltos en los pisos, resaltando y combinando colores y texturas, por ejemplo: conchuela blanca, maderas, piedrecillas grises, maicillo amarillo, ladrillo molido rojo oscuro, etc.
Antes de instalar estos pavimentos, desmalece cuidadosamente y empareje apisonando el terreno. Riegue y observe la manera en que escurrirá el agua de lluvia y corrija donde sea necesario. Una vez seco, distribuya el material escogido.
Si el terreno tiene desniveles, sáquele partido: construya muros de contención de piedra y mézclelos con ramas colgantes de pensamientos azules, lobelias, delphinium, verbenas, docas, nevadas, rudbeckias, cartuchos, cardenalillo, piretro, etc. En estas zonas no es necesario crear macizos.
Si para salvar la pendiente necesita crear desniveles curvos, haga que las gradas se vayan abriendo por el lado externo, tomando forma de abanico.
Si decide poner pasto o plantas entre los peldaños, déjelos con una pequeña pendiente hacia el interior de la grada, así aprovechará mejor el agua de lluvia o riego. Si son de hormigón o piedra, deje que el agua escurra hacia afuera.
La elección de las plantas para nuestro jardín junto al mar
La humedad y la brisa marina hace que muchas plantas florezcan todo el año. Antes de escoger las de su jardín, empiece por averiguar y observar cuáles son las especies que mejor se dan en la zona.
Si su casa va a permanecer sola una buena parte del año, no se arriesgue a perderlas plantando ejemplares muy valiosos, puede ser un llamado para que los amigos de lo ajeno entren a su propiedad mientras usted no está.
Cultive suculentas y plantas bajas que tienen mayor tolerancia a los vientos marinos.
Las suculentas son una buena opción en sectores soleados. Si se decide por cactus, cree macizos con diversas variedades, que reflejen majestuosidad y den más fuerza al conjunto.
Los helechos serán indicados para zonas con agua y sombra.
Si el terreno está invadido de malezas, recurra a plantas rastreras invasoras, que vayan absorbiendo las malezas y otorguen belleza y color.
Si va a agrupar plantas delante de muros de contención, ubíquelas en forma escalonada: las más altas al fondo y las más bajas en primer plano.
Los macizos de cardenales, pelargonios, gaillardia, salvia azul, senecios, lupinos, nevadas, lobelias, rudbeckias, digitales, gazanias, delphinium, paquerettes, malvas, verbenas, anchusas, achiras, fucsias, petunias, arctotis, quinchigües, pueden llegar a verse espectaculares.
¿Qué tenemos que tener en cuenta en nuestro jardín junto al mar?
Al plantar patillas de cardenales, póngalas formando triángulos, separadas 5 cm. una de otra: conseguirá matas redondas y robustas.
Plantas para zonas marítimas ventosas
Los vientos fuertes pueden causar daños importantes a las plantas, especialmente a las más jóvenes: sus hojas se ponen café, se marchitan y -finalmente- se secan. Hay una ventaja –eso sí- en las zonas ventosas: casi no prosperan las enfermedades causadas por hongos y bacterias ya que la humedad se reduce con el viento.
Proteja las plantas del jardín plantando en los bordes especies perennes de árboles y setos vivos o use cortavientos hechos con malla doble, afirmada en cañas. Examine la dirección del viento antes de ubicarlos.
Ponga tutores a los ejemplares más altos, para que resistan mejor el embate del viento.
Seleccione plantas de hojas pequeñas y gruesas: son más elásticas que las de hojas alargadas y finas.
Arbustos: berberis, budleia, boj, cotoneaster, crataegus oxycantha, evonymus japonica, lagerstroemia, myoporum laetum, pittosporum tobira, pittosporum tenuifolium, pittosporum crassifolia, spiraea, viburnum, weigela, ave del paraíso.
Apreciados por su follaje son: acanto, helechos en general, monstera y philodendron, tradescantia, zebrina, estonacarpos (follaje purpúreo).
Trepadoras: clemátides, hiedra, passiflora (pasionaria), suspiros.
Flores y plantas bajas: achillea, achira, alyssum, campanula, cineraria marítima, clavel, gazania splendens, lavanda, lobelia, nepeta mussini, romero, stachys lanata, portulaca y plantas carnosas o crasas de flores vistosas de los géneros sedum y mesembryanthemum. Entre las suculentas: echeverria, aloe, crassula, doca, lamprantus, aeonium, sedum.
Arboles: acacia saligna, acacia baileyana, pittosporum undulatum (flores blancas perfumadas), acer sp, aromo, ailanthus, grevillea robusta (roble sedoso), platanus, tamarisco, eucalyptus ficifolia, eucaliptus «silver dollar» (hojas redondeadas plateadas).
Coníferas: abeto, araucaria excelsa, araucaria heterophylla, araucaria angustifolia, chamaecyparis, cupressus macrocarpa, junípero, pinus, taxus, thuja.
Plantas para roqueríos y muros de contención
Doca, alyssum, anchusa, amapola de Islandia, cardenalillo, arctotis, clavelina, cactus, cerastum, echeveria, fucsia, gazania, gerbera, hiedra, jacinto blanco, lobelia, muscaris, portulaca, rudbeckia, verbena, quinchuigüe, phlox.
Plantas para suelos arenosos
En suelos arenosos agregue mucha materia orgánica y tierra negra antes de plantar. Si va a plantar sobre dunas, ponga sólidos tutores a las especies grandes y a las coníferas.
Arbustos: abutilón, artemisia, ceanoto, cistus, cotinus, camelia japónica, kerria, hortensia, laburnum, lantana, lavanda, photinia serrulata, flor de la pluma, perovskia. Si agrega materia orgánica al suelo puede plantar también manchones de rosas.
Flores: amaranthus, achillea, verbascum, campánula medium, digitalis, jacinto, lunaria vulgaris, lupinos, narciso, verbena, pensamiento.
Trepadoras: clemátides, buganvilia.
Arboles: acacia (mimosa), brachychiton, árbol de judea, eleagnus angustifolia, fresno, gleditsia triacanthos. De crecimiento rápido: castaño de Indias, acer negundo, ailanthus altissima, abedul, catalpa bignonioides, fresno, acacia, nogal, álamo, sauce llorón.
Coníferas: pinus sp, abeto del Colorado.
Plantas para suelo húmedo
Arbustos: bambusa arundinacea, ilex, camelia japónica, nandina doméstica, photinia serrulata, rhododendron, spiraea filipendula.
Herbáceas: acanto, cala, helechos, hosta, lirio japonés, ligularia, tradescantia, zebrina pendula.
Arboles: abedul, acer platanoides, liquidámbar, jacarandá, sauce.
Coníferas: chamaecyparis, picea excelsa, pinus strobus, taxodium distichum, ciprés calvo, thuja gigantesca, tsuga.
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