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Cuidar las plantas de interior en invierno
La falta de sol, las plagas y enfermedades…las plantas de interior sufren durante el invierno. La técnica de iluminación, el mantenimiento de la temperatura y el riego son parámetros que se modificarán durante esta temporada.
Maximizar la iluminación para desarrollar el follaje
La luz es esencial para el desarrollo y el crecimiento de las plantas. De hecho, es necesario que las plantas aprovechen varias fuentes de luz para sintetizar los nutrientes.
Con la falta de luz, las hojas se desvanecen gradualmente y se vuelven amarillentas. De hecho, la luz del sol es esencial para mejorar el exuberante follaje y el florecimiento de sus plantas de jardín.
Para solucionar la falta de luz, debes colocar las plantas de interior cerca de una ventana. Sin embargo, hay que tener cuidado de orientar las plantas hacia el este. También es posible proporcionar luz con iluminación artificial. Por ejemplo, se puede optar por tubos fluorescentes o lámparas de sodio o gas halógeno. El uso de la iluminación artificial le permitirá colocar las plantas en zonas más oscuras.
Compruebe regularmente la temperatura dentro de la casa
La calidad del aire en el ambiente es un elemento que puede influir en el crecimiento de las plantas. La temporada de invierno tiene bajas temperaturas. Como resultado, los propietarios utilizan calentadores para crear una atmósfera cálida y seca. Sin embargo, esto no es ideal para las plantas frondosas debido a la desecación. En este caso, las puntas y bordes de las hojas se secan y se vuelven marrones, especialmente cuando la temperatura interior alcanza los 20°C.
La temperatura también debe depender del tipo de planta. Algunas plantas prefieren una variación de temperatura de alrededor de 3°C durante el día. Para resolver el problema de la temperatura y la humedad, puedes colocar radiadores cerca de las flores. También puedes usar un humidificador, asegurándote de separar las flores. La arcilla también es un elemento que puede mantener el nivel de humedad. Simplemente coloque la maceta de su planta sobre la arcilla. Sin embargo, la arcilla puede secarse rápidamente, por lo que es importante mezclarla con agua.
Disminuir la frecuencia de riego
El riego es esencial para las plantas en invierno, pero debe hacerse con una frecuencia reducida. Concretamente, debería reducir la frecuencia del riego, ya que algunas especies de plantas temen un exceso de riego en invierno. Obsérvese que las plantas semiacuáticas no sienten este problema. De hecho, el riego regular puede hacer que las raíces de las plantas se pudran.
También debes saber que el agua del grifo se mezcla con cloro para eliminar los microbios. Sin embargo, esta sustancia química puede dañar el crecimiento de algunas plantas de interior. Por ejemplo, las plantas carnívoras. Una gran cantidad de agua rociada sobre este tipo de plantas puede hacer que las puntas de sus hojas se vuelvan marrones. Para su información, el cloro es una sustancia volátil que desaparece después de 24 horas. Por lo tanto, debe almacenar el agua clorada en una regadera antes de usarla.
Puedes regar tan pronto como la superficie del suelo se seca. Simplemente vierta el agua de manera que cubra toda la superficie del suelo. Lo más importante es que el agua se escurre por los agujeros de drenaje. Hay que tener cuidado, el exceso de agua durante el riego debe ser eliminado para reducir el riesgo de asfixia de la planta.
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