Muchas personas evitan comer flores comestibles, ya que tienen miedo de que su sabor les disguste o de no saber cuáles ni cómo elegir los ejemplares y en otros casos el prejuicio es contundente: el miedo a que puedan ser venenosas. Pero lo cierto es que existe un amplio número de flores comestibles, pero es importante que hagas tu propia investigación y saber cuáles son comestibles.
Si estás decidido o decidida a incursionar por esta “aventura gastronómica” un primer punto es clave: debes conocer el origen de las flores eligiendo una fuente confiable para asegurarte de que son orgánicas. Te aconsejo no recoger las flores comestibles por ti mismo en la naturaleza, ya que además de no estar seguro acerca de las condiciones en que crecieron podrían ser una especie protegida.
Las flores silvestres que se pueden cultivar desde la semilla en el jardín de tu casa, si te asesoras correctamente podrían ser parte de tus primeras incursiones. Es más: cuando me puse a explorar el tema por primera vez, me enteré que muchos jardineros cultivan sus flores anuales comestibles, junto con las hierbas culinarias y hortalizas.
Las flores comestibles perennes pueden ser cultivadas como plantas ornamentales en el paisaje y, a continuación cosechadas según sea necesario.
Te invito a releer el primer post dedicado a este tema, donde hemos compartido los primeros conceptos y comentarios interesantes al respecto. Prometí mencionarte algunas flores muy conocidas como ornamentales, pero que no siempre (por no decir nunca) consideramos con fines gastronómicos.
Algunas flores comestibles comunes son rosas, violetas, capuchinas, borrajas, salvia y hemerocallis.
¿Cómo proceder?
El primer paso, por supuesto es cortar las flores, preferiblemente hacerlo el mismo día que planeas usarlas en la cocina. Se pueden cortar en cualquier momento cuando las flores comienzan a madurar. Al igual que en el uso ornamental las flores que no están totalmente abiertas conservarán sus pétalos más tiempo. Insisto y enfatizo en que te asegures de usar flores que sólo hayan crecido en ausencia de herbicidas y pesticidas. Debes elegir las mejores flores y revísalas para ver si tienen suciedad o insectos. No las laves, sólo conseguirías herir los pétalos.
¿Qué hacer luego de cortarlas?
Coloca las flores directamente en el agua, es más: te aconsejo tener un vaso de agua contigo en el jardín. Los tallos se pueden dejar el tiempo suficiente para mantenerlas en un florero hasta que se necesiten. Algunas flores, como las violetas, no tienen un tallo fuerte y no se pueden colocar en un jarrón. Corta este tipo de flor justo debajo de la cabeza de la flor y colócalos sobre una toalla de papel húmeda en un recipiente de plástico abierto y guárdalas en el refrigerador. Algunas flores se mantendrán frescas por varios días, mientras que otras deben ser cortados y utilizados el mismo día.
¿Cómo preparar las flores para el uso?
Aquellas que tienen tallos más largos tendrán que ser recortadas cerca de la cabeza de la flor. Antes de su uso, coloca las flores sobre una toalla de papel para absorber la humedad extra. Ten en cuenta que no querrás flores mojadas sino frescas -por ejemplo- para la decoración de un pastel de helado. La humedad es un problema menor para las flores utilizadas en ensaladas o aderezos. Se pueden sacudir e higienizar perfectamente con las otras verduras. Flores grandes, tales como ciertas variedades de lirios comestibles, pueden ser rellenos en una ensalada con huevo o pollo y se mantienen refrigeradas hasta que se sirven.
El tema de las flores comestibles, asombra a unos e inquieta a otros. En este último mes hemos compartido varios post acerca de este tema, entre ellos algunas de cócteles que te invito a releer. Pero tal como he titulado el post de hoy, con el fin de desmitificar un poco este tema, pensé en demostrarte que hay algunas flores comestibles que usamos desde siempre. ¿Quieres saber cuáles son?
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La regla general es que las flores de la mayoría de las verduras y las hierbas son seguras para comer. Asesórate siempre, obviamente… en primer lugar porque -como con cualquier cosa en la vida,- siempre habrá excepciones. Por ejemplo, se recomienda evitar las flores de tomate, patata, berenjena, pimientos y espárragos.
Por último: las flores de Rúcula (Eruca vesicaria), son pequeñas, blancas con centros oscuros y se pueden utilizar en la ensalada para darle un sabor picante ligero. Las flores poseen un sabor muy similar a las hojas y la gama de color de blanco a amarillo oscuro con vetas púrpura dan una buena tonalidad. La Rúcula se asemeja a las hojas de rábano, tanto en apariencia y sabor. Las hojas son compuestas y tienen un picante, el sabor picante que se inicia suave en las hojas jóvenes y se intensifica a medida que maduran.
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