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La comunicación entre los árboles
Los árboles se pueden encontrar casi en todas partes, en jardines, espacios verdes, parques y también en ambientes hostiles. Según estudios realizados por botánicos e investigadores de todo el mundo, existe un proceso de comunicación muy sofisticado entre las plantas.
De hecho, las plantas implementan procesos químicos bastante complejos para garantizar su supervivencia en entornos que a menudo son desfavorables para su crecimiento.
Comunicación insospechada entre árboles
Más allá de las actividades de jardinería llevadas a cabo para su desarrollo y protección, las plantas tienen ciertas particularidades que tal vez no conozca.
Al principio, algunos científicos como Darwin ya afirmaron con el tiempo que las plantas poseen una cierta forma de inteligencia. En 1880, dijo que la punta de la radícula se comporta como el cerebro de un animal de bajo nivel.
Hoy en día, el famoso botánico Frantisek Baluska de la Universidad de Bonn cree que las raíces de las plantas y el cerebro son similares en términos moleculares y estructurales. Incluso adopta el tema de la neurobiología de las plantas. Las plantas serían entonces sensibles a la música, tendrían una memoria e incluso un espíritu familiar.
Aunque las opiniones difieren sobre este tema, los investigadores de todo el mundo siguen estando de acuerdo en que existe una forma insospechada de comunicación en los árboles.
¿Cómo se produce la comunicación entre los árboles?
Los árboles se ven obligados a permanecer inmóviles durante toda su vida. Como tal, instalan señales químicas para defenderse de varios depredadores y advierten de posibles amenazas.
Según estudios recientes, árboles como el abedul, el álamo, el arce y la acacia tienen la capacidad de desarrollar dispositivos apropiados para protegerse contra un posible peligro y alertar a otras plantas de una amenaza inminente.
Las plantas están equipadas con más de 700 sensores sensoriales. Esto les permite adaptarse a su entorno. Aunque se trata de un método discreto, no deja de ser muy eficaz.
Así, cuando son atacadas por los depredadores, las plantas producen más tanino para defenderse. Luego emiten una señal química (gas etileno) que se disipa en el aire y advierte a otras plantas de la amenaza. Los otros sujetos producirán a su vez más tanino para acompañar la defensa de sus vecinos y prevenir el peligro.
Algunos árboles usan insectos que los atacan para provocar señales hormonales contra los depredadores. Los árboles se defienden y protegen sin mover una sola hoja.
La comunicación entre los árboles
Resultados muy convincentes sobre la comunicación discreta de los árboles
Se han realizado muchos experimentos con plantas para probar su comunicación.
Los resultados de un experimento mostraron que después de arrancar unas cuantas hojas del álamo, duplicó su producción de tanino en sólo unas horas y emitió etileno para señalar la amenaza a los árboles cercanos.
Árboles como las acacias han utilizado la misma técnica en una región de África. Los antílopes son animales que son particularmente aficionados a las hojas de acacia. Sintiéndose amenazados, los árboles comenzaron a producir tanino en grandes cantidades. Como resultado, las hojas se volvieron incomestibles para los antílopes.
Según otro experimento, el tabaco comienza a producir hormonas tan pronto como sus hojas son masticadas por una oruga. La combinación de esta hormona con el etileno hace posible atraer instantáneamente al depredador de la oruga. Gracias a esto, el tabaco pudo protegerse de la amenaza.
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