Caminos, bordes y pisos, son siempre bienvenidos en el jardín: agrandan, separan ambientes, protegen y agregan encanto.
Le proponemos se detenga en un rincón de su jardín y lo imagine con algunos detalles: ¿qué tal se vería un camino de ladrillos entre la terraza y la piscina?¿y si pusiera gravilla rosada en ese rincón tan húmedo y sombrío?
¿En qué dirección trazarlo?
La dirección y forma del camino tienen más importancia de lo que podría pensarse.
Antes de construir sus senderos, planifíquelos sobre un plano, identificando ciertos puntos claves, como por ejemplo: puertas de acceso, zonas de estacionamiento de autos, piscinas, glorietas, zonas de barbecue, etc.
No olvide incluir también los elementos que podrían constituirse en obstáculos o atracciones en medio de un recorrido, como por ejemplo árboles, fuentes de agua, jaulas con pájaros, etc.
Tenga presente algunos pequeños trucos: si traza un sendero recto y angosto dentro de un jardín corto, lo hará parecer más largo. Un sendero diagonal en medio de un jardín largo y estrecho, creará una sensación de mayor amplitud. Un camino que se pierde entre el follaje parecerá continuar, aunque haya llegado al límite del terreno.
¿Curvos o rectos?
Diseñe caminos rectos cuando quiera lograr mayor formalidad o necesite unir 2 puntos de uso frecuente, como por ejemplo, si quiere conectar la cocina con el lugar donde tiende la ropa, o la llegada del auto con la puerta más cercana de entrada a su casa. Si no traza el camino más corto entre los puntos de atracción de seguro que los caminantes terminarán redefiniendo «a la fuerza» su dirección.
Cuando trabaje con líneas rectas, evite dividir grandes áreas en muchos pequeños espacios, lo que sucederá si construye varios caminos rectos y cortos.
Si necesita un camino de relajo, que conduzca hacia alguna pérgola o a un banco en el jardín, trabaje con formas curvas y sueltas, su trazado informal se mezclará con el conjunto del jardín y será una invitación al descubrimiento y al recorrido.
Un camino serpenteante interrumpe la monotonía de un jardín cuadrado o rectangular.
Un camino serpenteado que va estrechándose a medida que avanza, puede hacer que un jardín de poca profundidad parezca más largo. Pero tenga cuidado de dosificar la cantidad de curvas, ya que los caminos demasiado sinuosos ponen nerviosa a la gente y terminan saliéndose de ellos para acortar camino.
En un jardín formal, la mezcla de caminos circulares y rectos radiales puede resultar muy interesante y atractiva.
Al instalar un camino o una zona pavimentada en su jardín, no olvide preocuparse de los niveles y considerar los drenajes y salidas de agua necesarios.
¿De qué ancho y con qué pendiente?
Aunque no existen medidas estándar en cuanto al ancho de los caminos, el mínimo debe ser 35 cm. para que transite una persona y 60 cm. para que caminen dos.
En jardines pequeños, con senderos angostos, lo más conveniente es usar piedra laja o rodajas de madera.
Al momento de diseñar los senderos de su jardín, tenga también en consideración las pendientes del terreno. Si es mayor a 1:10, olvídese de las rampas: resultarán muy peligrosas. Prefiera crear escalonamientos y terraplenes.
Si va a usar rampas en un camino donde transitarán sillas de ruedas, no utilice pendientes superiores a 1:12 si el camino tiene hasta 5 m. de largo y 1:15 si tiene hasta 10 m. Trabaje con un ancho mínimo de 1,20 m. y escoja materiales antideslizantes. Si el camino tiene una pendiente fuerte hacia uno de los costados, construya una baranda de borde, de al menos 1 m. de alto.
Aunque el drenaje de las aguas no suele ser problema en terrenos con pendientes, controle el escurrimiento de las aguas de lluvias y riegos.
Si la zona es húmeda y sombría, construya sus caminos un poco más elevados, para que no se encharquen.
¿Con qué estilo realizas el camino?
Antes de escoger el material, piense en el estilo que quiere lograr. Elija uno que combine con el de su casa y a continuación defina el material, elemento clave para el refuerzo de un estilo determinado. Vea: Caminos en el jardín; la elección de materiales.
Si se trata de una casa de campo o playa prefiera senderos más bien informales que caminos rígidos o embaldosados.
Si el estilo es colonial, muy apropiados resultarán los adoquines, rodajas de madera, ladrillos, pastelones, piedras irregulares y piedras lajas.
La finalidad para la cual se construye el camino es también un factor determinante del estilo. Si conduce hacia la puerta principal de acceso de su casa puede que necesite mayor formalidad que si se trata de un camino para dar un paseo por el jardín.
Tenga en cuenta al hacer los caminos en el jardín
Lindas combinaciones son senderos de piedra o gravilla atravesados a lo largo y ancho por cuadrantes de ladrillo en forma de espiga o adoquines a los que se les deja crecer pasto o musgo.
Los pastelones se usan especialmente si la terraza y el borde de la piscina son del mismo material, para lograr una gran unidad. Puede combinar pastelones de distintas formas, haciendo diseños.
Si su jardín es grande y dispone de espacio para un pasillo lucido, pruebe dividirlo en formas geométricas, delineadas por sencillos tablones de madera puestos de canto o piedrecillas; entre ellos ponga gravilla de distintos colores, cortezas, ágatas. Queda espectacular, especialmente cerca de un rincón de cactáceas.
Los pisos de gravilla o pequeñas piedras redondas y regulares (lecho de río) pueden reemplazar al pasto, especialmente en zonas secas: las plantas aprovechan el rocío que condensan las piedras durante la noche; además, la tierra se calienta menos.
Aproveche pedazos sobrantes de cerámicos, mármol, piedras de colores o baldosas: dispóngalos desordenadamente sobre el piso; rellene las uniones con mortero y una vez seco, pula con esmeril horizontal. Conseguirá un pavimento durable, resistente al desgaste y de hermoso aspecto.
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