La industria de la marihuana está constantemente recibiendo buenas noticias por la cantidad de dinero que puede facturar año tras año. Los votantes han aprobado la ley de uso recreacional de la marihuana en 8 estados más el distrito de Columbia. Cuando estas leyes lleguen a consolidarse, uno de cada cinco adultos vivirá en una ciudad donde podrá comprar la marihuana en cualquier dispensario de marihuana.
El mercado de la marihuana ha generado unos beneficios de 6,7 billones de dólares en 2016. Legalmente o no, millones de ciudadanos consumen marihuana diariamente, y lo van a seguir haciendo, y los estados donde se ha legalizado lo saben y están llenando las arcas gracias a los impuestos que ha generado la marihuana.
Aunque también es verdad que no se ha notado un incremento de la proporción de estadounidenses que abusan de la marihuana, lo que se denomina «trastorno por consumo» en términos psiquiátricos. Ese número permaneció invariable en el 1,5% de la población general. Una gran cantidad de adultos consumen marihuana de forma responsable y no deberían ser tratados como si fueran drogodependientes.
El aumento de consumo de marihuana deja interrogantes más urgentes sobre el consumo de marihuana, como su relación con trastornos psiquiátricos o con problemas de conducción de vehículos o las consecuencias de la legalización.
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Según una encuesta, el 8,3% de los jóvenes a partir de 12 años consumen esporádicamente o a diario, 22 millones de personas, y al menos 37 millones de personas consumieron marihuana al menos una vez al año. Son cifras escandalosas de la fuerza que tiene el consumo de la marihuana.
Los últimos datos de la encuesta van mas allá todavía, comparando los niveles de consumo por estados. La costa Este y la costa Oeste son las principales localidades donde se encuentra el mercado de la marihuana. La marihuana que se consume en otras zonas es escasa salvo en Colorado, donde llevan unos cuantos años de ventaja sobre el resto.
También es instructivo comparar el mapa de consumo de marihuana con el de alcohol. En los estados del norte es habitual emborracharse pero esto cambia al consumir marihuana, apetece menos el alcohol. Al contrario que en los estados del sur donde el nivel de consumo de alcohol es el más bajo.
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