El cultivo de marihuana en interior es muy sencillo, solo hay que elegir las semillas de marihuana que vamos a cultivar y elegir unos buenas luces led, todo lo demás es casi como cultivar marihuana en exterior. Si elegimos unas semillas de marihuana feminizadas, unas semillas de marihuana autoflorecientes o unas semillas de marihuana Rudealis.
En un cultivo de marihuana de interior, es importante las luces led, el agua, el alimento, la temperatura y las entradas de aire. Las semillas de marihuana hemos de introducirlas en nuestra macetas a 2 centímetros de profundidad de la tierra manteniendo la temperatura ambiente entre 20 y 25 grados centígrados.
El sustrato que podemos utilizar podría llevar entre 25% de perlita o fibra de coco para estimular el crecimiento de las raíces que crezcan más y que pueda asimilar mejor los nutrientes. No hay que regar todos los días nuestras plantas de marihuana es importante no saturar el sustrato con demasiada agua, para que no se terminen por pudrir las raíces. Regar mucho la planta de marihuana ralentiza el desarrollo a la vez que reduce su rendimiento.
En cultivos de exterior donde las plantas de marihuana crecen mucho llegando muchas de ellas a los 3 metros de altura, se utilizan técnicas de SCROG que vienen a poner unas mallas para que la planta de marihuana pueda crecer en vertical y los tallos de las plantas de marihuana crecen en horizontal. En un cultivo de interior eso no pasa ya que las plantas de marihuana no tienden a crecer tanto por motivos de espacio principalmente, y porque se eligen semillas de marihuana donde las plantas no sean tan altas.
El cultivo de marihuana de interior, requiere el uso de de luces led o una iluminación artificial que imita la luz del sol. En esta etapa de cultivo de marihuana de germinación y vegetativa, los cultivadores de marihuana ofrecen a la planta de marihuana una luz blanca o luz de rango azul, y las luces con un espectro rojo son utilizadas en la etapa de floración.
Las luces led o las lámbaras deben de colocarse entre 40 y 50 centímetros de la planta de marihuana. Aun que si que es verdad que las luces led se pueden colocar mucho más cerca porque no generan tanto calor como los sistemas de alta presión de sodio (HPS)
El cultivador de marihuana tradicional todavía sigue utilizando la bombilla de sodio con una presión de 400 a 600 vatios en zonas de 2 a 4 metros cuadrados, que supone una gasto tremendo en la factura de la luz. Se suele poner papel de aluminio en las paredes o las plantas de marihuana rodeadas de espejos para intensificar los efectos de la iluminación.
En la etapa de crecimiento vegetativo, las luces se emplean de 18 a 24 horas al día, y durante la fase de floración de la luz se reduce a alrededor de 12 horas al día.
El cultivo de marihuana de interior tiene que estar aireado, es fundamental que se mueva el aire con un ventilador, incorporando extractores para sacar el aire viciado con filtros de carbono para no llamar mucho la atención y que la habitación esté aireada, y ventilada. Hay también generadores de ozono para poder eliminar los olores y no llamar la atención del vecindario.
Con el agua es importante no pasarnos y no quedarnos cortos, no hemos de dar más agua a la planta de marihuana que la que necesita. Lo mismo que los estimulantes de crecimiento o los nutrientes, ya que podemos saturar a las raíces y hacer el efecto contrario en la planta da marihuana.
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