Índice de Contenido
- 1 Cómo se hace el hachís
- 2 Comprar Parafernalia
Cómo se hace el hachís
Extraer el hachís de la planta de marihuana es algo que se ha hecho durante siglos, y no es nada que se ha descubierto hace poco, si no que nuestros antepasados ya lo hacían, de una forma rudimentaria, pero lo hacían. Hoy en día es más fácil extraer hachís de la planta de marihuana gracias a los adelantos que hay y a las posibilidades que tenemos en nuestras casas.
Los pasos serían los siguientes
• Secado / Selección.
• Extracción de tricomas
• Compresión
Tendremos el secado y la selección
Una vez que se realiza la cosecha de las plantas de marihuana, es importante manicurar y secar bien nuestras plantas entre dos y tres meses con condiciones óptimas para que no les entre humedad y no estropeemos este momento de manicurado. Utilizaremos las flores de marihuana para la extracción de hachís ya que son las más ricas en tricomas, los cultivadores de marihuana normalmente dejan los mejores cogollos de marihuana para la extracción de hachís, por lo menos los más resinosos.
También se utiliza para la extracción de hachís las flores pequeñas, y las hojas que sobran de la manicura de las flores de marihuana, que también son ricas en tricomas.
Extracción de tricomas
Ahora tendremos que extraer lo tricomas, y hay muchas técnicas para poder extraer los tricomas, utilizaremos el secret shaker. Es un cilindro de 12 cm de diámetro que se compone de una malla de 150 micras. En la parte superior se quedará la materia vegetal y en la inferior caerá la resina. Un invento que hace la vida mucho más fácil a la hora de extraer la resina de la planta de marihuana.



Compresión del polvillo
Ya que hemos extraído el polvillo, podemos proceder a manipularlo para generar pequeñas bolitas de hachís, hasta generar una pequeña masa, similar a la plastilina, lo haremos con las manos, o si son pequeñas cantidades con las yemas de los dedos.
Con cantidades más grandes, no podemos hacerlo con las yemas de los dedos o con las manos, lo calentaremos el polen en una estufa y lo amasaremos con un rodillo, como si de buenos pasteleros cannábicos seamos.
Para finalizar lo meteremos durante varios minutos al congelador para que se compacten los tricomas y tendremos preparado nuestro hachís. Así de fácil.
¿La diferencia entre el hachís y la hierba?
Tal vez tengas un poco de ambas, pero cualquiera que haya sido tu elección, ¿sabes las principales diferencias entre el marrón y el verde?
¿Cuáles son las principales diferencias entre el hachís y la hierba?
Comencemos con la cosa más obvia que tienen en común: ambas provienen de las plantas de marihuana. Como usted probablemente sabe, la hierba es el cogollo de la planta de marihuana.
El hachís está hecho de estos mismos cogollos, pero se procesa de una manera diferente. Después de que una planta de marihuana está en plena floración, se cosechan los cogollos, y a partir de ese momento, un cannabicultor puede ir en una de dos maneras.
En el caso de la hierba, las flores se cuelgan para secar. Una vez que se han secado por completo, se eliminan las semillas, los tallos y el exceso de hojas. El producto resultante es la hierba que todos conocemos tan bien.
El hachís se produce de una manera diferente
El material básico utilizado para producir hachís es la resina contenida en las diminutas glándulas brillantes que se encuentran en los cogollos de las flores. Después de que las flores de marihuana han sido cosechadas y secadas, los pequeños cristales brillantes, que en realidad se llaman tricomas, se separan del resto de la planta.
El polvo pegajoso recogido es conocido con varios nombres en todo el mundo, pero el nombre habitual es «polen». Esto se hace de forma diferente en las distintas partes del mundo. Algunas culturas frotan las flores crudas cuidadosamente a mano (India), lo que resulta en una pegajosa sustancia viscosa marrón oscura que se adhiere a los dedos de quien hizo el frotamiento.
Hacer rodar la marihuana cruda entre los dedos es otra técnica antigua, a veces con un poco de agua, que resulta en bolas de hachís super pegajosas y oscuras.
Otras culturas, como la marroquí Hash, que usan tamices para tamizar los tricomas del material vegetal seco. Esto puede hacerse en pasos repetidos usando cada vez más presión.
Estas presiones pueden repetirse usando tamices cada vez más finos, resultando en hachís de la más alta calidad (Block Hash). Hoy en día, se utilizan nuevos y modernos enfoques además de los tradicionales. Estos incluyen la separación de los tricomas utilizando agua helada, electrólisis o incluso tamizado. El resultado, sin embargo, es más o menos el mismo independientemente de la técnica utilizada: una sustancia sólida, cuyo color va del amarillo al marrón, pasando por el negro casi negro. Esto se conoce como hachís, o hachís.
¿Una cuestión de gustos?
Una de las diferencias más sorprendentes que notará entre el hachís o la hierba es la diferencia de sabor entre ambos. Por supuesto, hay tantos tipos diferentes de hierba y hachís que los sabores serán diferentes cada vez que fumes, pero una vez que hayas probado tanto el hachís como la hierba, sabrás la diferencia cada vez que huelas alguno de los dos.
El hachís es menos común
Aparte de su sabor, sin embargo, el hachís difiere de la hierba en varias otras formas, también. Por un lado, el hachís es menos común que la hierba en la mayoría de los países. Muchos fumadores están bastante familiarizados con la hierba verde de su elección, mientras que nunca han fumado hachís en sus vidas. En general, sus efectos en la mente son diferentes también. Tengan en cuenta que hay enormes diferencias entre los efectos de variantes específicas de la hierba como tal, y que también existen diferencias entre las variantes de hachís.
Más sutil
En términos generales, sin embargo, el hachís tradicional traerá un subidón más sutil que la hierba, esto se debe al nivel de CBD. El fuerte zumbido de los fumadores de marihuana que suele asociarse con la hierba suele estar ausente cuando se fuma hachís.
Esto hace que algunas personas prefieran el hachís a la hierba, especialmente cuando necesitan hacer las cosas en lugar de simplemente vegetar en el sofá. El hachís también contiene mayores concentraciones de THC por unidad de peso.
Esto se debe al proceso de producción, en el que las partes de la planta que tienen un bajo contenido de THC se eliminan de los tricomas. Una vez más, sin embargo, tenga en cuenta que la calidad de su hierba o hachís probablemente hará una mayor diferencia que su elección de hachís o hierba como tal.
Ya vemos que saber cómo se hace el hachís no tiene ningún misterio y es cuestión te tener práctica y las herramientas a nuestro alcance para poder preparar el hachís. Saber cómo se hace el hachís es importante si tenemos una plantación de marihuana y queremos hacer nuestro propio hachís y no tener que comprarlo sin saber de donde viene y quien lo hace.
Hacer hachís de una forma FÁCIL
¿Cómo está hecho el hachís?
El hachís se produce a partir de la resina de la planta de cannabis, que se extrae y se compacta para formar bloques o piezas. El proceso de producción varía según la técnica utilizada, pero generalmente implica lo siguiente:
Cosecha de la planta de cannabis: se seleccionan las plantas con mayor contenido de resina para la producción de hachís.
Extracción de la resina: la resina se extrae de las flores y hojas de la planta de cannabis utilizando diferentes métodos, como la técnica de tamizado o la extracción con disolventes.
Compactación de la resina: la resina se compacta y se moldea para formar bloques o piezas de hachís.
Cura y envejecimiento: el hachís se deja curar y envejecer durante un período de tiempo para mejorar su sabor, aroma y efecto.
El hachís se puede producir de forma artesanal o a gran escala, y existen diferentes técnicas y métodos para su producción.
¿Cuál es el proceso de fabricación de hachís?
El proceso de fabricación de hachís puede variar dependiendo de la región y la cultura, pero en general implica lo siguiente:
Recolección: Se recolectan las flores de la planta de cannabis y se secan. En algunos casos, también se utilizan las hojas y los tallos de la planta.
Cribado: Se utiliza una malla para separar los tricomas de la planta del resto de la materia vegetal. Los tricomas son las glándulas resiníferas que contienen los cannabinoides, terpenos y flavonoides.
Prensado: Los tricomas se prensan para formar bloques compactos de hachís. En algunos casos, se utiliza calor para facilitar el prensado.
Envejecimiento: Los bloques de hachís se dejan envejecer durante un tiempo para mejorar su sabor, aroma y textura.
Embalaje: El hachís se embala en papel o plástico y se vende en el mercado.
Existen diferentes técnicas para cada etapa del proceso, y algunas personas pueden agregar pasos adicionales para mejorar la calidad del producto final. Es importante destacar que la fabricación de hachís es ilegal en muchos países y puede ser peligrosa si no se toman las precauciones adecuadas.
¿Qué tipos de hachís hay?
Existen varios tipos de hachís, entre ellos se pueden destacar los siguientes:
Hachís de prensado: es uno de los más comunes y consiste en la compresión de las glándulas de resina de la planta de marihuana. El resultado es una masa compacta y de color marrón oscuro. Su sabor y aroma pueden variar según el método de fabricación.
Hachís de tamizado: este tipo de hachís se elabora utilizando una técnica de tamizado que permite separar las glándulas de resina de la materia vegetal. El resultado es una resina de alta calidad y de color amarillo dorado, conocida como «kief».
Hachís de agua: también conocido como «Bubble Hash», este tipo de hachís se elabora utilizando agua fría y hielo para separar las glándulas de resina de la materia vegetal. El resultado es una resina de alta calidad y pureza, de color marrón claro.
Hachís de aceite: se elabora mediante la extracción de las glándulas de resina con solventes, como el butano. El resultado es un aceite de alta calidad, de color ámbar y textura pegajosa.
Hachís de finger: es una variante del hachís de tamizado que se elabora mediante la presión de los dedos sobre la planta de marihuana. El resultado es una resina de baja calidad y de color marrón oscuro.
Cada tipo de hachís tiene su propia textura, sabor, aroma y efecto, lo que los convierte en opciones populares para los usuarios de marihuana. Es importante destacar que el uso de hachís puede tener efectos adversos en la salud, por lo que se debe consumir con precaución.
¿Qué diferentes tipos de hachís hay dependiendo da las variedades de marihuana?
Hay diferentes tipos de hachís que pueden ser producidos a partir de diferentes variedades de marihuana. Algunos de ellos son:
Hachís marroquí: Este es uno de los tipos de hachís más comunes y se produce en Marruecos. Se hace frotando las plantas de marihuana entre las manos y luego prensando el polen resultante en bloques compactos. Es conocido por su color marrón claro y su textura arenosa.
Hachís afgano: Producido en Afganistán y Pakistán, este hachís es conocido por ser extremadamente potente y por tener un alto contenido de THC. Es producido a partir de plantas de marihuana de la variedad Afghanica, que se cultivan en las montañas de la región.
Hachís libanés: Este tipo de hachís se produce en Líbano y es conocido por su sabor suave y su aroma floral. Se produce a partir de plantas de marihuana de la variedad Lebanese, que se cultivan en las montañas de la región.
Hachís nepalí: Este hachís se produce en Nepal y es conocido por su alta calidad y su potencia. Se produce a partir de plantas de marihuana de la variedad Himalayan, que se cultivan en las montañas de la región.
Hachís jamaicano: Este tipo de hachís se produce en Jamaica y se hace frotando las plantas de marihuana en una bolsa de malla. El polen resultante se prensa en bloques compactos y se seca al sol. Es conocido por su sabor a frutas tropicales y su efecto relajante.
¿Cómo hacer el hachís marroquí paso a paso?
El proceso de fabricación del hachís marroquí es el siguiente:
Materiales necesarios:
Criba
Guantes de látex
Papel de seda
Prensa de hachís
Hierba de marihuana seca y curada
Pasos:
Primero, se debe poner la hierba de marihuana en la criba y desmenuzarla con las manos para que pase por los agujeros de la misma.
Después, se utiliza una segunda criba con agujeros más pequeños para seguir tamizando la hierba desmenuzada.
Se recoge la resina de la primera criba y se presiona entre las manos hasta formar una bola.
Se coloca la bola de resina en un papel de seda y se aplasta con la prensa de hachís, presionando fuertemente para que quede compacta.
Se retira el papel de seda y se deja secar la bola de hachís durante varias horas antes de fumarla.
Es importante tener en cuenta que este proceso requiere paciencia y práctica para obtener un buen resultado. Además, es importante trabajar con guantes de látex para evitar la contaminación del producto con bacterias u otros agentes externos.
¿Qué variedades de marihuana se utilizan para hacer el hachís marroquí?
El hachís marroquí se elabora a partir de las variedades de marihuana que son nativas de Marruecos y de los países vecinos del norte de África, donde se ha cultivado durante siglos. Algunas de las variedades más comunes que se utilizan para hacer hachís marroquí son:
Ketama: una variedad sativa originaria de la región del Rif en Marruecos, conocida por su alto contenido de resina y su efecto psicoactivo potente.
Moroccan Beldia: una variedad sativa autóctona de Marruecos, conocida por su resistencia y su capacidad para crecer en condiciones difíciles.
Rif: otra variedad sativa originaria de la región del Rif en Marruecos, conocida por su alto contenido de THC y su efecto estimulante.
Cabe destacar que la mayoría de las variedades de marihuana que se cultivan en Marruecos y se utilizan para hacer hachís marroquí son sativas, lo que les permite crecer en climas cálidos y secos, típicos de la región.
¿Cómo hacer el hachís afgano paso a paso?
El proceso de hacer hachís afgano es similar al de otros tipos de hachís, pero se utiliza una variedad de cannabis específica llamada «Afghani». A continuación se describe un proceso general paso a paso:
Materiales necesarios:
Flores de cannabis Afghani
Agua fría
Bolsas de malla fina
Hielo
Cubo
Espátula
Papel de hornear
Plancha
Procedimiento:
Pon las flores de cannabis Afghani en el congelador durante unas horas antes de empezar el proceso.
Coloca las flores congeladas en una bolsa de malla fina y sumerge la bolsa en agua fría durante unos 15 minutos para enfriarlas y hacer que las tricomas se separen más fácilmente.
Llena un cubo con agua fría y hielo. Una vez que las flores estén frías, ponlas en el cubo y agita el cubo durante unos 15-20 minutos. Esto separará los tricomas y los hará caer al fondo del cubo.
Coloca varias bolsas de malla fina una encima de la otra, de mayor a menor tamaño, con el más pequeño en la parte inferior.
Vierte la mezcla de agua y tricomas del cubo a través de las bolsas de malla, empezando por la bolsa más grande. A medida que la mezcla pasa a través de las bolsas, los tricomas se separarán y se quedarán atrapados en las diferentes bolsas de malla.
Una vez que hayas filtrado toda la mezcla, saca las bolsas de malla una por una, comenzando por la más pequeña en la parte inferior. Los tricomas que se han filtrado en cada bolsa se convertirán en diferentes grados de calidad de hachís.
Recoge el hachís de cada bolsa de malla con una espátula y colócalo sobre papel de hornear. Presiona suavemente el hachís con la espátula para eliminar el exceso de agua.
Pon el papel de hornear con el hachís en una plancha caliente durante unos segundos para secar el hachís y compactarlo.
Después de unos segundos, quita la plancha y deja enfriar el hachís durante unos minutos. Luego, el hachís afgano estará listo para ser utilizado.
Es importante tener en cuenta que el proceso de hacer hachís puede variar ligeramente dependiendo de la variedad de cannabis que se utilice y del método de elaboración específico que se prefiera.
¿Qué variedades de marihuana se utilizan para hacer el hachís afgano?
El hachís afgano se produce generalmente a partir de variedades de cannabis índica nativas de Afganistán y las regiones aledañas, como la variedad Afghani. Estas plantas se caracterizan por su alta producción de resina y su efecto sedante y relajante.
Algunas de las variedades de marihuana que se utilizan para producir hachís afgano son:
Afghan Kush: Es una variedad de cannabis Indica originaria de la región del Hindu Kush en Afganistán, muy valorada por su alta producción de resina y su efecto sedante.
Mazar-i-Sharif: También originaria de Afganistán, es una variedad de cannabis Indica que se caracteriza por sus cogollos densos y resinosos, con un alto contenido de THC.
Hindu Kush: Otra variedad de cannabis Indica originaria de la cordillera del Hindu Kush en Afganistán, se utiliza comúnmente para producir hachís debido a su alto contenido de resina y su efecto relajante.
¿Cómo hacer el Hachís libanés paso a paso?
El hachís libanés es un tipo de hachís producido en Líbano, que se caracteriza por tener un color oscuro y una textura pegajosa. A continuación, se describe el proceso para hacer hachís libanés paso a paso:
Materiales necesarios:
Hojas y cogollos de marihuana
Sábanas o lienzos grandes
Agua fría
Cubo grande
Guantes de goma
Tamiz de tela fina
Cepillo de cerdas suaves
Cuchillo
Procedimiento:
Recolectar hojas y cogollos de marihuana de buena calidad y secarlas al aire libre en un lugar fresco y seco. Una vez que estén secas, desmenuzarlas en pedazos pequeños.
Colocar las sábanas o lienzos grandes en un lugar plano y limpio.
En un cubo grande, mezclar agua fría y hojas de marihuana desmenuzadas hasta que las hojas queden cubiertas de agua.
Remover la mezcla con una mano durante 10-15 minutos para que las glándulas de resina se separen de las hojas y se mezclen con el agua.
Luego, colar la mezcla a través de un tamiz de tela fina y dejar que el agua se escurra. Las hojas y los cogollos se pueden descartar o guardar para otro uso.
Dejar la mezcla en el tamiz durante 10-15 minutos para que el agua se escurra completamente.
Con guantes de goma, recoger la resina que se ha acumulado en el fondo del cubo y colocarla sobre la sábana o lienzo.
Con el cepillo de cerdas suaves, cepillar suavemente la resina para retirar cualquier impureza que pueda estar presente.
Usando el cuchillo, cortar la resina en pequeñas porciones y darle forma de bola.
Dejar las bolas en un lugar fresco y seco durante unos días hasta que se sequen completamente.
Una vez que las bolas estén secas, se pueden guardar en un lugar fresco y seco para su uso posterior.
Es importante tener en cuenta que el proceso de hacer hachís libanés puede ser ilegal en algunos lugares, por lo que es necesario verificar las leyes y regulaciones locales antes de intentar hacerlo.
¿Qué variedades de marihuana se utilizan para hacer el hachís Libanes?
El hachís libanés se elabora con una mezcla de variedades de cannabis autóctonas de Líbano. A continuación se describen algunas de ellas:
Red Lebanese: Esta variedad produce cogollos densos y resinosos con un alto contenido de THC y un aroma dulce y picante. Es una de las variedades más populares utilizadas para hacer hachís libanés.
Beeka: Es una variedad de cannabis que crece en el valle de la Bekaa en Líbano. Tiene un alto contenido de THC y produce cogollos densos y resinosos. Se utiliza comúnmente para hacer hachís libanés.
Chouf: Es una variedad de cannabis que crece en las montañas del Chouf en Líbano. Tiene un alto contenido de THC y produce cogollos densos y resinosos con un aroma terroso y a pino. Se utiliza para hacer hachís libanés de alta calidad.
Cabe destacar que la mayoría de las variedades utilizadas para hacer hachís libanés son de tipo sativa y crecen en climas cálidos y secos, lo que les permite desarrollar un alto contenido de resina para su posterior extracción.
¿Cómo hacer el Hachís jamaicano paso a paso?
El proceso de hacer hachís jamaicano es similar al de otros tipos de hachís, aunque con algunas variaciones. Aquí hay una descripción paso a paso:
Materiales necesarios:
Marihuana de alta calidad (preferiblemente una de las variedades mencionadas anteriormente)
Bolsas de malla fina (de diferentes tamaños)
Cubo grande o tambor
Agua fría
Hielo
Instrucciones:
Coloque la marihuana en el congelador durante al menos una hora antes de comenzar el proceso para que esté lo más fría posible.
Llene el cubo grande o tambor con agua fría y agregue suficiente hielo para mantener el agua fría durante el proceso.
Coloque la marihuana congelada en la bolsa más grande de malla fina y sumérjala en el agua helada. Agite la bolsa suavemente para que la marihuana se empape.
Siga sumergiendo y agitando la bolsa durante unos 15 minutos. Esto ayudará a separar los tricomas de la planta.
Sostenga la bolsa con cuidado sobre el cubo o tambor y agite suavemente la bolsa para liberar el agua y las partículas de la planta. Debe quedar una sustancia verde y marrón en la bolsa.
Coloque la siguiente bolsa de malla fina en el cubo y vierta la sustancia que quedó en la bolsa anterior en esta nueva bolsa. Agite suavemente y repita el proceso para cada bolsa de malla fina.
Cuando haya pasado la mezcla por todas las bolsas de malla fina, quedará una sustancia similar a la arena húmeda en la bolsa más fina. Esta sustancia es el hachís.
Saca el hachís de la bolsa y colócalo sobre papel pergamino para que se seque. También puedes usar un deshidratador para acelerar el proceso de secado.
Una vez que el hachís esté completamente seco, puedes almacenarlo en un recipiente hermético.
Es importante tener en cuenta que el proceso de hacer hachís jamaicano puede variar según la persona y la disponibilidad de materiales, pero esta es una guía general para el proceso.
¿Qué variedades de marihuana se utilizan para hacer el hachís Jamaicano?
El proceso de producción de hachís jamaicano es diferente al de otras variedades de hachís, ya que se obtiene a través de la técnica del «finger rubbing» o frotamiento de los cogollos para extraer la resina. Por lo tanto, no hay una variedad específica de marihuana que se utilice para hacer hachís jamaicano, sino que se puede obtener de diferentes variedades con alta cantidad de tricomas.
Sin embargo, hay algunas variedades de marihuana que son populares en Jamaica y que pueden utilizarse para producir hachís jamaicano, como por ejemplo:
Jamaican Pearl: Esta variedad es conocida por su alta producción de resina y su efecto energético y estimulante. Es una variedad Sativa que se cultiva en el clima tropical de Jamaica y se utiliza para hacer hachís jamaicano de alta calidad.
Lamb’s Bread: También conocida como «Jamaican Lamb’s Bread», es una variedad Sativa con un alto contenido de THC y un efecto cerebral eufórico. Es muy popular en Jamaica y se utiliza a menudo para producir hachís jamaicano.
Jamaican Dream: Esta variedad híbrida es el resultado del cruce entre la Jamaican Pearl y la Blue Dream. Tiene un alto contenido de THC y un efecto equilibrado entre cerebral y corporal. Es una variedad popular en Jamaica y se puede utilizar para producir hachís jamaicano de alta calidad.
Una de las formas más antiguas y populares de consumir marihuana
El hachís es una de las formas más antiguas y populares de consumir marihuana. Se trata de una concentración de resina que se extrae de la planta de cannabis y se moldea en diferentes formas. Una de las formas más comunes es el hachís plastilina, que se moldea a mano en una masa similar a la plastilina. En este artículo, vamos a explorar diferentes métodos para hacer hachís en casa.
Hacer hachís frotado a mano es uno de los métodos más antiguos para hacer hachís. El proceso consiste en frotar los cogollos y las hojas de la planta de cannabis con las manos, hasta que la resina se pegue a la piel. Una vez que se ha acumulado suficiente resina, se puede recoger y moldear en forma de hachís. Es importante asegurarse de que las manos estén limpias y secas antes de empezar a frotar.
Otro método popular para hacer hachís es utilizando una técnica conocida como «polen con secret shaker». Este método utiliza un dispositivo que separa la resina de la planta de cannabis, produciendo un polvo fino de alta calidad. El proceso es bastante sencillo, simplemente se coloca la planta de cannabis dentro del dispositivo y se agita vigorosamente. La resina se separa de la planta y se deposita en la parte inferior del dispositivo, lista para ser moldeada en forma de hachís.
También es posible hacer hachís utilizando hojas de la planta de cannabis en lugar de los cogollos. Para ello, se pueden secar y triturar las hojas, y luego frotarlas con las manos para separar la resina. El resultado será un hachís de menor calidad que el que se obtiene con los cogollos, pero aún así puede ser una forma efectiva de aprovechar todas las partes de la planta.
Por último, otra forma de hacer hachís es utilizando polen de grinder. Los grinders son dispositivos que se utilizan para triturar la marihuana y separar los cogollos de las semillas y las hojas. Al usar un grinder, se acumula polen en la parte inferior del dispositivo, que puede ser recogido y moldeado en forma de hachís. Este método es particularmente efectivo para aquellos que tienen grandes cantidades de marihuana y quieren aprovechar todo el material disponible.
En conclusión, hay muchas formas de hacer hachís en casa, desde frotar los cogollos a mano hasta utilizar un secret shaker o un grinder para recoger la resina. Cada método tiene sus pros y sus contras, por lo que es importante experimentar y encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias. En cualquier caso, siempre es importante recordar la importancia de consumir marihuana de manera responsable y en lugares seguros.
Se ha utilizado durante siglos en diferentes partes del mundo
Hacer hachís es una técnica antigua que se ha utilizado durante siglos en diferentes partes del mundo. Hay varias formas de hacer hachís, y cada una tiene sus pros y contras. Aquí te presentamos tres métodos para hacer hachís: al agua, en seco y con la resina del grinder.
Cómo hacer hachís al agua:
Para hacer hachís al agua necesitarás un cubo, una bolsa de malla y hielo. Primero, llena el cubo con agua fría y agrega hielo hasta que esté bien frío. Luego, coloca las hojas y los cogollos en la bolsa de malla y sumérgela en el agua fría. Agita la bolsa suavemente durante unos minutos para que los tricomas se separen de la planta y se depositen en el agua. Una vez que hayas agitado lo suficiente, saca la bolsa del agua y deja que el agua escurra. Luego, abre la bolsa y recoge el hachís que se haya formado en el fondo.
Mejor forma de hacer hachís en seco:
El método de hacer hachís en seco es más tradicional y simple. Necesitarás una malla de aluminio o un tamiz y tus cogollos o hojas de marihuana. Coloca la malla o el tamiz encima de una superficie limpia y seca y empieza a frotar las hojas y los cogollos suavemente con tus manos. Los tricomas se despegarán de las plantas y se depositarán en la malla o el tamiz. Recoge el hachís y guárdalo en un lugar fresco y seco.
Cómo hacer hachís con la resina del grinder:
Si tienes un grinder, puedes hacer hachís con la resina que se acumula en la parte inferior. Para hacerlo, primero debes desmontar el grinder y recolectar la resina con una cuchara pequeña. Luego, coloca la resina en un trozo de papel y envuélvelo para hacer una pequeña bola. Presiona la bola suavemente para compactarla y dale forma de hachís.
Cómo hacer polen con las hojas:
Si no quieres hacer hachís, también puedes recolectar polen de las hojas y los cogollos. Para hacerlo, coloca tus hojas y cogollos en una bolsa de plástico y agítalos suavemente. Luego, coloca la bolsa en el congelador durante unos minutos para que los tricomas se endurezcan. Una vez que estén duros, saca la bolsa del congelador y agítala de nuevo para separar el polen de las plantas. Recoge el polen y guárdalo en un lugar fresco y seco.
Hay varias formas de hacer hachís, y cada una tiene sus propias ventajas y desventajas. Prueba estos métodos y descubre cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades y preferencias. Recuerda que, aunque el hachís puede ser una forma eficaz de consumir cannabis, debe hacerse con responsabilidad y moderación.
Se ha utilizado durante siglos en diversas culturas
El hachís es un derivado de la marihuana que se ha utilizado durante siglos en diversas culturas. Es un producto con alto contenido de THC, el principal cannabinoide psicoactivo presente en la planta de cannabis. Aunque se puede adquirir comercialmente en muchos lugares, algunos prefieren hacer su propio hachís en casa. Aquí te explicaremos cómo se hace el hachís y cómo puedes recuperar el hachís seco.
Para hacer el hachís, se necesitan tricomas, las pequeñas glándulas de resina que cubren los cogollos de la planta de cannabis. La forma en que se recolectan los tricomas depende del método que se utilice para hacer el hachís.
Una forma común de hacer hachís es al agua. Para hacerlo de esta manera, se necesita una bolsa de extracción, agua fría y hojas y cogollos de marihuana. La bolsa se llena con agua fría y se añade la marihuana. Luego, se agita vigorosamente para separar los tricomas de las hojas y cogollos. La mezcla se filtra a través de la bolsa, y los tricomas se quedan atrapados en su interior. La bolsa se deja secar, y se puede recoger el hachís que se ha formado.
Otro método es el hachís en seco, que implica frotar las hojas y cogollos de la marihuana sobre una malla fina, lo que permite que los tricomas se separen y se recojan en una bandeja debajo. Esta técnica es muy efectiva, pero también requiere mucho tiempo y esfuerzo.
También es posible hacer hachís utilizando la resina que se acumula en el grinder después de picar los cogollos. La resina se recoge y se presiona para formar un pequeño bloque de hachís.
Si has perdido tu hachís o se ha secado, hay maneras de recuperarlo. Una forma es utilizar una prensa de calor, que aplicará calor y presión para fundir el hachís y hacer que se adhiera nuevamente. También puedes utilizar una prensa manual o una plancha de pelo para lograr el mismo efecto. Otra opción es remojar el hachís en agua tibia durante unos minutos para restaurar su textura original.
Hay muchas maneras de hacer hachís, y cada método tiene sus propias ventajas y desventajas. La mejor forma de hacer hachís dependerá de tus necesidades y preferencias personales. Si has perdido tu hachís o se ha secado, no te preocupes, hay formas de recuperarlo y volver a disfrutar de sus efectos.
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