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Controlar la gestión del agua en el Jardín
Con el fin de preservar nuestro entorno natural, contamos con varios medios para preservar los recursos hídricos de nuestros jardines. Estos recursos se organizan en torno a la recuperación de agua de lluvia y un consumo de agua medido.
Agua de lluvia en las cosechas
El agua de lluvia es una fuente importante de suministro, adaptada a las necesidades de las plantas y gratuita. Las escorrentías en terrenos inclinados y, por supuesto, los techos pueden acumular cantidades considerables de agua.
El agua recolectada de esta manera debe almacenarse para satisfacer las necesidades de riego durante los períodos secos. Hoy en día existen en el mercado contenedores de diferentes tamaños que pueden ser suficientes para cubrir las necesidades hídricas de un jardín.
Un tanque de recogida de agua de lluvia de 300 litros podría encontrar su lugar cerca de la cabaña, cerca de la huerta …
Consume menos agua
Elección de plantas
Priorizar la elección de variedades de plantas adaptadas que se encuentran en los viveristas de la región. Las variedades antiguas y autóctonas de hortalizas o frutales, por estar adaptadas a nuestro suelo o nuestro clima, son generalmente menos golosas en el agua y más resistentes a la sequía. Averigüe en su casa y vea qué variedades suelen cultivar, especialmente las personas mayores. Asimismo, conviene favorecer las variedades ornamentales presentes de forma natural en su región.
Cubrir el suelo
La jardinería natural recomienda una cobertura permanente del suelo en el jardín. El suelo del huerto, los pies de setos, árboles y arbustos, las camas se pueden cubrir con varios tipos de mantillo:
- con un mantillo clásico, vegetal o mineral, comprado en un centro de jardinería: mazorcas de cacao o alforfón, miscanthus molido …
- con un mantillo de desechos vegetales del jardín: recortes, recortes y hojas que pasan a través de la cortadora de césped
- Estos mantillos deben depositarse en una capa gruesa de 5 a 10 cm para que sean efectivos y deben renovarse a medida que avanza la descomposición.
La cobertura del suelo permanente tiene varias virtudes. Lo mantiene más fresco y húmedo, los requisitos de riego se reducen considerablemente.
Las plantas no deseadas se asientan con menos facilidad, lo que reduce la tarea de deshierbar. El suelo, protegido por mantillo, permanece aireado y suelto, ya no se expone directamente a la lluvia, el viento y la luz solar.
Al descomponerse, la cubierta vegetal del suelo produce humus que contribuye a un suelo vivo y nutritivo, el secreto de las plantas sanas.
Finalmente, al reciclar los residuos verdes producidos por el jardín en el sitio, participamos en un círculo ecológico y económico virtuoso.
Riegos
Favorecemos un riego poco frecuente, abundante y localizado al pie de las plantaciones. Esta práctica anima a las plantas a desarrollar raíces profundas y ser más resistentes en tiempos de sequía.
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