Piscinas en el jardín. Desde ya, con la Primavera instalada en los jardines, es necesario ir pensando en todo lo relativo a las piscinas y su entorno. Su mantenimiento, su limpieza, su decoración -entre otras cosas- no son para nada un tema menor; al decir de Thomas Church, en su libro “Los jardines son para la gente” “La piscina es un lugar del jardín que convoca la reunión, de la misma manera que lo hace una estufa a leña en una habitación“.
Convendrás conmigo en que esa es una afirmación que no se discute. Su sola presencia la convierte en un centro de esparcimiento tanto para chicos como para grandes de todos los gustos, ya que los más deportistas pueden disfrutar de largas horas de ejercicio, mientras que los más sedentarios se conformarán con el bienestar de una simple remojada.
Como elemento de un jardín posee enorme protagonismo, no sólo por el uso al que está destinada , sino también por su aporte estético, pues bien integrada, incorpora el encanto del agua la composición del jardín.
Para ello bastará con ajustarse al espacio y a las condiciones del lugar, sin olvidar la escala y la proporción.
Dedicaré una serie de posts a partir de hoy, para abordar juntos este tema y aportar elementos que te ayuden en la decisión y – muy especialmente – a la hora de evaluar alternativas para incorporar una piscina a tu espacio verde.
Si en tu caso aún no la tienes y piensas construir una en el futuro, es mejor establecer su ubicación con anticipación y entonces proceder en consecuencia a diseñar el entorno. Quizá en este momento no tengas posibilidades económicas de abordar el proceso de construcción de una piscina, pero sí puedes ir haciendo previsiones. Evitarás dificultades, no lo dudes, al emprender el trabajo.
Cómo diseñar el entorno paisajístico de la piscina. Continuando con esta serie dedicada a las piscinas, cuyo post anterior dedicamos a compartir ideas acerca de los criterios a tener en cuenta a la hora de elegir dónde ubicar nuestra futura piscina, hoy abordamos el tema del entorno.
El éxito o fracaso estético al integrar una piscina al entorno del jardín no sólo dependerá del lugar en que se emplace, también es importante la elección de la forma y de los materiales para lograr efectos impactantes en estrecha concordancia con la casa y el paisaje.
Con respecto a los materiales, las opciones son múltiples y es recomendable mirar más allá del factor precio que es uno de los de mayor peso en el momento de comenzar la planificación. Debes pensar como si ya tuvieras la piscina instalada, y en ese entendido, imaginar costos y tiempos de su mantenimiento. Según los materiales por ejemplo, el simple hecho de pintarla o limpiarla implicará tareas, tiempos y presupuestos bien diferentes.
En cuanto a la forma, no existe una regla determinada sobre cuál figura es la más apropiada para una piscina. Ella estará sujeta a las necesidades y gustos de la familia: la edad de los hiijos, si se desea para nadar o solamente para contemplar etc. , sin descuidar los demás elementos que constituyen el entorno.
Tanto las líneas rectas clásicas o las curvas, son posibilidades que bien manejadas pueden funcionar.
Luego, las plantas elegidas, con sus atributos, cumplirán la función de coronar la obra y convertirla en un pequeño paraíso dentro de nuestro hogar.
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