Alemania ha legalizado la posesión de pequeñas cantidades de cannabis. No a todo el mundo le parece bien.
Los defensores de la marihuana en Alemania encendieron porros de celebración el lunes, cuando el país legalizó la posesión de pequeñas cantidades de cannabis para uso recreativo, a pesar de las objeciones de médicos y policías.
La Asociación Alemana del Cannabis, que hizo campaña a favor de la nueva ley, organizó un «smoke-in» en la emblemática Puerta de Brandeburgo de Berlín cuando la ley entró en vigor a medianoche. Se programaron otros actos de consumo público por todo el país, uno frente a la catedral de Colonia y otros en Hamburgo, Ratisbona y Dortmund.
Alemania se convierte en el tercer país de la Unión Europea que legaliza el cannabis para consumo personal, después de Malta y Luxemburgo. El gobierno argumentó que la legalización socavaría el comercio delictivo de la droga, la protegería de impurezas nocivas y liberaría a la policía para perseguir delitos más graves, al tiempo que establecería protecciones contra el consumo por parte de menores de 18 años.
La nueva ley legaliza la posesión por adultos de hasta 25 gramos (casi 1 onza) de marihuana con fines recreativos y permite cultivar hasta tres plantas por cuenta propia. El consumo está prohibido a menos de 100 metros (109 yardas) de la entrada de un parque infantil o una escuela. Esta parte de la legislación entró en vigor el lunes.
A partir del 1 de julio, los residentes alemanes mayores de 18 años podrán unirse a «clubes de cannabis» sin ánimo de lucro con un máximo de 500 miembros cada uno. Los particulares podrán comprar hasta 25 gramos al día, o un máximo de 50 gramos al mes, cifra limitada a 30 gramos para los menores de 21 años. No se permitirá la pertenencia a varios clubes.
Los costes de los clubes se cubrirán con las cuotas de los socios, que se escalonarán en función de la cantidad de marihuana que consuman.
La legislación también contempla una amnistía en virtud de la cual se revisarán y, en muchos casos, se anularán las sentencias por delitos relacionados con el cannabis que dejarán de ser ilegales. Las autoridades regionales temen que el sistema judicial se vea sobrecargado por miles de casos.
En los últimos 20 años, la tendencia general ha sido que los países miembros de la Unión Europea reduzcan las penas por cannabis de diversas formas, según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.
Entre ellas, convertir la posesión en un delito civil o derivar a los infractores a tratamiento en lugar de al sistema de justicia penal, o una aplicación menos estricta de la ley. En los Países Bajos, el cannabis sigue siendo ilegal, pero la fiscalía tolera la venta de pequeñas cantidades en los llamados coffee shops. Varios países europeos permiten el cannabis medicinal con normas diferentes.
La ley fue aprobada por la actual coalición de socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, los Verdes y los proempresariales Demócratas Libres, frente a la oposición de algunos de los estados federados alemanes y los democristianos de centro-derecha.
El líder democristiano Friedrich Merz ha prometido que su partido revocará la legislación si gana las elecciones nacionales previstas para otoño de 2025. Sin embargo, cualquier nueva coalición de gobierno incluiría a uno de los partidos que apoyaron la ley.
Las principales tiendas de jardinería encuestadas por la agencia de noticias dpa indicaron que no añadirían plantas de cannabis a su oferta hortícola. La Asociación Médica Alemana se opuso a la ley, afirmando que podría tener «graves consecuencias» para el «desarrollo y las perspectivas vitales de los jóvenes de nuestro país». También lo hizo el sindicato que representa a los policías alemanes, que la calificó de «señal equivocada».
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